Do you really dare you even look at me? {Miah Relationships}

¿Qué perfección es ésta que complace y no subyuga, que admira y no arrastra? No es fácil ser perfecta, nunca lo ha sido, honestamente, y probablemente nunca lo será. Los parámetros oxidados sobre qué hacer se olvidan cuando de Miah se trata. Cabello correctamente ordenado, ropa adecuadamente combinaba y, por supuesto, sonrisa, todo está bien ¿En serio? No me jodas. Trabaja duro, es el esfuerzo lo que se recompensa. Después de haber crecido escuchando frases semejantes y sinónimos de aquella misma palabra para la castaña sólo quedan intrincadas oraciones a las cuáles aferrarse. Intenta, intentó siempre estar un paso adelante, sobresalir con sus méritos y sentirse deliberadamente orgullosa de ello, pero jamás cuenta, cada avance siempre se ve opacado por uno mayor, uno que no venía de su parte.
Prácticamente su vida constaba de un tratar, una lejana fábula que se asemejaba al triunfo pero que jamás había llegado si quiera a oler, mucho menos a palpar, pero la situación cambió. Sin embargo, no existen fronteras a las cuáles Miah no se atreva a mirar, sus ojos siempre ven más allá, buscando algo a lo que dedicarse, fuerte, todo está dado en ella por estrictos patrones de fortaleza, por coraje y valentía dignos de admirar. No existen dudas para ella, jamás verás sus rodillas temblando por alguna presencia y no titubeará antes de tomar una decisión, para ella las fallas simplemente no pueden existir. Demasiado perfeccionista, siempre está buscándole la quinta pata al gato, o a cualquier especie en particular, sea bípedo y cuadrúpedo, así es Miah, una mujer complicadísima y con la cuál vas a necesitar muchas pistas, al menos si quieres llegar a conocerla un poco.
Negro. Su humor es increíblemente incoloro, una ausencia. Oscuro y cruel. Sarcástica hasta la médula e impersuadible. Tozuda y testaruda, pero lo cierto es que siempre tendrá buenas bases para mantener tu boca cerrada y fuera de convencerla sobre algo, porque eso prácticamente un imposible. Ávida fanática de la sátira y la ironía, son sus peores armas cuando se lo propone y créeme cuando te digo que es capaz de destruirte emocionalmente con una frase. De lengua bífida y afilada, usa términos que sólo algunos son capaces de comprender, si poseen la inteligencia o se acercan a la de ella, posiblemente pudiesen procesar cada cosa que sale de su boca, si no, puedes simplemente soñar con ello. La menor de los Seyfried es demasiado compleja, está llena de incógnitas que sólo sus más cercanos pueden responder, aunque no a todas las equis, para despejarlas, deberás simplemente esperar que las cosas salgan de su propia persona, en caso contrario, debes esperar también, pero te aconsejo que compres una silla, una muy cómoda. Complicada, cerrada y escéptica, siempre está poniendo a prueba la capacidad de la gente, atando cabos para deliberadamente hacerse una idea con simples detalles que sólo sus ojos pueden notar. Ciertamente, la mujer propone un difícil desafío, y espera que tengas las agallas para hacerte con ella por primera vez, la segunda y la tercera serán por propia adicción, porque una vez que interactúas con ella, caerás en cuenta de cuán adictiva puede llegar a ser. Tiende a corregir los errores de la gente y por eso puede parecer un poco odiosa, en efecto, así es. Miah es imposible, una sabelotodo insufrible.
Y por supuesto que tiene un lado sensible, cubierto por una capa de pragmatismo y determinación, uno que puede poner tapujos ante todas sus críticas hacia su familia. Impredecible en cuanto a lo emocional, porque efectivamente Miah sería capaz de entregar la vida por sus amigos. Divertida y enérgica, osada sobretodo, capaz de pararse en un pie tan sólo para sacarte una leve sonrisa, eso la satisface. Impertinente si algo realmente le importa y no descansa hasta que sus propósitos se cumplan, aunque jamás ha creído en que el fin justifica los medios. Poco convencional, adora la competencia, es su naturaleza y no tolera perder, aunque posee la mucha inteligencia emocional y no se frustra por cosas como ésas. No sabe nada de amor, no lo niega, pero tampoco lo reconoce cómo tal, pues repudia el hecho de que alguien pueda llegar a su vida para revolverla y arrasar con todo a su paso, por eso no debes hacerle daño y mucho menos intentar jugar con ella. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, pero ella se lo sirve frío, caliente o templado. Cualquier momento es bueno para llevar a cabo una venganza, y más si sabes que tienes todas las de ganar a tu favor.
Valiente, fuerte, increíblemente apasionada en la mayoría de los casos. Muchas veces subestimada, y es lo peor que alguien puede decidir, puesto que toda su vida se vio figurada y maquillada en torno a eso, es por ende que puede hacerte lo peor sin que siquiera lo esperes. No es la bruja malvada del cuento, no es la persona que siempre quiere ser el centro de atención, es posiblemente lo opuesto a ello, es reservada y bastante racional, aunque idealista. Intimidante, e incluso da miedo en ciertas ocasiones, es por eso que sus maneras de dirigirse a la gente pueden provocar hasta susto, demasiado directa y decidida, casi parece que estuviese en medio de un interrogatorio policial y créeme, puede sacarte las palabras de la boca con una mirada, pero si realmente le importas, por mucho que cueste, se tragará el infinito orgullo. No hay mucho qué preguntarse acerca de ella. Su nombre es Miah, y sí, quema.