We're not broken, just bent. #Hayley's Relz

Digamos que Hayley es... una persona complicada de entender. Proviniendo de una familia acomodada que siempre le dio lo que quiso, no es difícil imaginar como esta señorita es en la actualidad. Hayley es una chica que odia las normas ante todo, no le gusta que la contraríen o le digan lo que tiene que hacer, ya que ella hará lo que considere oportuno y cuando lo considere oportuno. No le importa saltarse una clase o dos si es por asistir a una buena fiesta, una de sus actividades favoritas. ¿Alcohol? ¿Diversión? Entonces la morena estará allí, solo tienes que buscarla. No suele confiar fácilmente en las personas, es bastante selectiva con su grupo de amigos y es complicado que te permita entrar en su círculo social, donde todo cambia. Con los que de verdad considera amigos es una persona de lo más leal, pueden contar con ella para lo que necesiten y daría lo que fuera por verlos felices ya que, aunque quiera aparentar autosuficiencia y una infinita independencia, no es tan capaz como ella desearía.

Alocada, le gusta hacer locuras con sus amigos, sobretodo aquellas que impliquen algún elemento peligroso. Le gusta la adrenalina, la velocidad, sentirse libre y pensar que nadie controla sus acciones, solo ella misma. En su casa, aún siendo algo así como la niña mimada de la familia, se sentía algo aprisionada por sus padres, que no le permitían hacer ni la mitad de lo que ella quería, por lo que ha decidido que este año va a ser SU año. Hayley no es una persona de relaciones serias, ya que las pocas que ha experimentado a lo largo de su vida no han salido del todo bien. Ella, más bien, lo que hace es disfrutar del momento. Si se le presenta alguna oportunidad, no la deja escapar. ¿Rollos de una noche? Muchos, y hasta de dos y tres noches. Ella considera que si le dan la oportunidad de pasarlo bien, ¿por qué no tomarla? Luego se arrepentiría si no lo hiciera.

Aunque no sea de relaciones serias, el corazón de Hayley no es de hielo. Ella es una persona con sentimientos, a la que también le duelen las cosas aunque no se muestre así frente al resto de la gente. Su fachada es la que la ayuda a mantener estos sentimientos a salvo, para dejarlo explotar en momentos de soledad o, en casos excepcionales, delante de alguien en quien confíe bastante.