Walk on the wild side + Eddie's relationships

Eddie a simple vista no supone muchas complicaciones de cabeza para comprende su personalidad: el típico niño rico que no soporta a sus padres ni la hipocresía en la que viven y se vuelve un rebelde por excelencia. Y así es. Un hombre sin ley, rodeado de droga, alcohol, mujeres y más vicios. Puede pasar del hombre más extrovertido del mundo a todo un misterio con patas y viceversa, le encanta jugar con la gente y hacerles creer que lo saben todo de él. No hay fiesta si él no va pues la fiesta reside dentro de él, mas es más de casa con los amigos y cervezas que de grandes clubs. Se la suda lo que la gente piense de él por lo que no suele dejar palabra sin decir, puede parecer completamente cristalino. Su transparencia suele ocasionarle problemas aunque la mayoría de las veces esté bromeando. Tiene una manera de hablar bastante ruda, unas dos palabrotas por frase. Aún así sabe con quién debe usar este lenguaje y con quién debe morderse la lengua.

Eddie es todo un corazón de piedra y un pasota aparentemente aunque en realidad es bastante observador y detallista, nunca olvida nada, se preocupa por la gente que quiere más de lo que demuestra. A pesar de no asistir ni a la mitad de clases es inteligente, pero un tipo de inteligencia diferente al de las ratas de biblioteca, él es un erudito de la calle educado entre peleas y traiciones. El hecho de que sea un joven alocado no quita que también sea cauteloso cuando sabe que no está en tierra firme.

Un mujeriego, como todos los Dummonds. Jamás ha tenido una relación seria de más de dos semanas. Puede ser un amante frío y sensual pero también, como todo humano, es cariñoso y atento con quien sabe que se lo merece, no pierde el tiempo con chicas a las que solo se va a llevar a la cama un par de veces, sin embargo cuando una chica le gusta o le trata bien sabe que tiene un diamante entre manos y con ello no juega, aunque sea incapaz de mantener una relación.