Our Deal [Afiliación Norma]

Datos de Afiliación

· Historia del Foro ·

La sociedad se ha declarado culpable de la mayor parte de los defectos humanos. No existe la sociedad perfecta, de nada han servido los incontables intentos de alcanzar la utopía. La eterna división entre pobreza y riqueza, lujo y escasez, miseria y riqueza, estaría siempre presente. Las sociedades privilegiadas han sido apartadas, creadas para vivir en su propia burbuja, ajenos totalmente del mundo que los rodea. ¿Hasta qué punto conocen la realidad? Enjaulados en su fantasía, siempre perdidos, temerosos en cuanto a lo desconocido. Como si el mundo se rindiera a sus pies. Una auténtica plaga. A pesar de los avances que brinde el paso de los años, habrá algo que jamás cambiará: la sociedad piramidal. Y al final de los grandes grupos, ajenos al resto, los marginados. La mancha negra de toda gran ciudad. Parásitos, inservibles, un obstáculo más del que deshacerse. Apartados de toda civilización privilegiada, dueños de los suburbios, hundidos en la pobreza, condenados a vivir un futuro sin esperanzas. ¿Quién se preocupa por ellos? ¿Acaso necesitan a alguien? La regla es clara: Jamás pises terreno enemigo.

La ciudad de Detroit se había convertido, desde años, en el escenario de guerras callejeras entre pequeñas pandillas de la zona de los suburbios. Todos querían hacerse un lugar, pretendían ser alguien entre cientos de personas sin rostros, entre aquellos que morían sin nadie que derramase una mísera lágrima por ellos, aquellos marginados por los que jamás nadie había dedicado un segundo de su vida. No existía nadie que pudiese preocuparse por ellos más que sí mismos. Si la ley del más fuerte era la que dominaba las calles, se harían con ella.

En el año 1984, las pequeñas pandillas continuaron en una batalla sin fin en búsqueda del control total de la ciudad. Los enemigos se multiplicaban, las alianzas se rompían, y el resultado se materializaba en sangre joven que decoraba los suelos de Detroit. Necesitaban ganar fuerza, una fuerza que sólo fue brindada por la unión. Así, grupos de centenares de miembros comenzaron a aparecer, y con ellos, la ciudad quedó dividida en dos bandos: Los Trotters y los Creepers.

Las calles eran auténticos campos de batalla. La situación obligó a la policía local a colocar hombres especializados en aquella zona de la ciudad. Otro intento fallido. Tanto las leyes como la violencia del cuerpo de policía les resultaron irrelevantes. Aquél era su territorio, no necesitaban a nadie que tomase partido en sus decisiones más que ellos mismos. La particular guerra entre las dos pandillas continuó durante años sin un bando vencedor. La necesidad de un desenlace era absoluta.

Ambos líderes se reunieron en el año 1991, en búsqueda de una solución que garantizase el fin de las muertes injustificadas. Sin embargo, no dejaron atrás la mentalidad que los había llevado a la batalla: el poder. La moción no cesaría hasta que sus poderes fueran reconocidos. Tras una larga reunión que significaba el futuro de los dominios de la ciudad, llegaron a un acuerdo. Uno de ellos dominaría las calles durante el día, y el otro durante la noche. Así, fueron renombrados como los Day Trotters y los Night Creepers, y cualquiera que pisara territorio enemigo durante una hora no correspondida, sería ejecutado automáticamente. Con el nuevo acuerdo, las penas por todo aquél que incumpliera el trato se vieron fortificadas. Igual de violentos, igual de poderosos, no se jugarían sus dominios.

La tranquilidad brindada por el pacto del año 91 hizo mella en la ciudad, los poderes habían sido establecidos, y nadie, absolutamente nadie, se atrevía a cuestionarlo. A ojos de los habitantes de la ciudad, Detroit era una ciudad peligrosa, con unas autoridades poco aclamadas. Pero para los ojos de las clases no privilegiadas, Detroit se había convertido en una ciudad totalmente controlada, de día y de noche, no había ni un solo momento en el que los alrededores no fueran vigilados. Sin embargo, sólo era cuestión de tiempo para que sus caminos cruzaran.

Enero de 2012 significó el cambio, la rotura de un pacto que se había convertido en la única esperanza de vida entre ambas pandillas. Joseph “Joe” Daltrey, líder de los Day Trotters desde su fundación, fue asesinado a manos de un miembro de los Night Creepers de identidad desconocida aún en época actual. Dicho acontecimiento llegó con la sorpresa de ambos bandos, pero los Day Trotters juraron venganza. Desde entonces, los encuentros entre las pandillas enemigas son más frecuentes, y a pesar de que aún todavía los Day Trotters dominan el día, y los Night Creepers la noche, la rivalidad ha crecido tanto como para hacer que una pequeña chispa desate una nueva guerra urbana.

· Links Importantes ·