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¿QUÉ PASÓ, AQUELLA FATÍDICA NOCHE?
El invierno de 1976, dio paso a la primavera, que llegó a Hogwarts, con su justa parte de los cambios; parte justa, de los dolores del corazón; parte justa de derramamiento de sangre. Incluso con los Aurores en Hogwarts, quienes no podían permitirse una muerte en el castillo. Arrogante, Sirius deslizó la información sobre el Sauce Boxeador a Severus Senape, quien siguió a Remus aquella noche fatídica, frío mes de noviembre. En silencio, se deslizó hacia abajo del túnel, y esperó allí, mirando con una mezcla de grandeza y satisfacción jubilosa, y horror; al ver cómo Remus se transformaba en el monstruo... el hombre lobo.

Pero tan pronto como salieron todos, James y Severus de primeros, y luego Remus transformado, siendo seguido por Sirius y Peter; se dieron cuenta de que algo no iba bien aquella noche, a parte de la Luna Llena.

El colegio estaba siendo atacado por Mortífagos, y la mayoría del castillo estaba afuera, luchando. Remus, como Hombre Lobo, que no lograba controlarse, salió disparado a la masa de personas que habían allí, esquivando los rayos que sus amigos le habían lanzado para detenerle.

Quizá no todo hubiese estado mal, si no hubiese sido porque entre todos los estudiantes y magos capacitados para, al menos, alejar a un Hombre Lobo descontrolado; se encontraba una niña de tercero, temerosa y llorosa, porque no encontraba a sus hermanos. Al ver al Licántropo, gritó todo lo que pudo, llamando la atención del lobo, que se acercó con velocidad a la muchachita de ojos claros y lagrimosos.

Y tan pronto como Sirius, Peter, James y Dumbledore, llegaron al lugar para asegurarse de que el hombre lobo no había hecho algún daño, descubrieron el cuerpo de aquella niña, rasgado, miembro por miembro. Los Merodeadores, con sentimientos de culpa y aterrorizados, le explicaron lo acontecido al Director. ¿Y quién pasaba, y oyó por casualidad? Nada menos que, Lily Evans.

Las palabras no salían de sus bocas. Había sido todo un accidente, después de todo. Nada de aquello, estaba destinado a suceder, y con la escuela terminando a unos pocos días más tarde, no tenían manera de cerrar realmente la escuela, de cualquier modo; aún con muchos heridos, debido al ataque de los Mortífagos, que se había acabado, tan pronto la muerte de la niña, se había producido.

La culpa que sintió Remus, los días siguientes, fue terrible. Era peligroso para todos, aún con sus amigos con él, acompañándole en cada transformación. Albus tomó la difícil decisión de mantener lo que realmente pasó, en un abosluto secreto. Pero... ¿Realmente fue Remus, quien asesinó a aquella jovencita?

Todos, absolutamente todos, fueron alimentados con una misma historia: La niña, dando vueltas por el castillo, fue asesinada por una bestia salvaje, del bosque; traída por los Mortífagos. Y aunque ninguno de los Merodeadores, ni Lily, ni Albus, ni Severus lo sabían, la historia que habían inventado, era completamente cierta. Había sido Fenrir Greyback, el causante de todo aquello.

Así las cosas eran diferentes para los Merodeadores. Pero ni siquiera, tuvieron tiempo de pensar en ello, antes de que las garras del verano, los consumieran.

SEPTIEMBRE DE 1977.
Las llamas se veían por aquí, y por allá. La casa comenzó a hervir, mientras el fuego se propagaba por todo el terreno del lugar, y los invitados de la fiesta de comienzo de año, que hacían los Merodeadores todos los años, se vieron obligados a salir corriendo, dejando a unos pocos, luchando contra los Mortífagos.

Pero al cabo de una hora de intensa lucha entre jóvenes simples y mortales, contra Mortífagos completamente preparados para matar a quienes fuesen; la Orden entera, había aparecido, llevándose a los que podían, a lugares seguros, mientras otros, se quedaban luchando. Albus Dumbledore, había aparecido un cuarto de hora más tarde, y con él, todo se había acabado.

Los Mortífagos no pudieron encontrar, aquella noche, lo que fueron a buscar.

A medida que el verano se calienta, también lo hacen las tensiones, no sólo entre aquellos que han vuelto a Hogwarts, sino entre los bandos de la guerra, que tiran y aflojan, para conseguir un vencedor. La Orden del Fénix, no es del todo grande; sin embargo, todavía está emergiendo, sigue demostrando su valía, ya que van cayendo Mortífagos, uno a uno. El Ministerio, a pesar que se ha retirado de la escuela Hogwarts, sigue firmemente con una fiel postura; y Bartemius Crouch finalmente ha conseguido la aprobación del Ministro de Magia, para permitir el uso de Aurores imperdonables.

El mundo está en constante cambio. Revolucionando, desmoronándose y reconstruyéndose, justo frente a nuestros ojos. Y esto, es solo el principio del fin. Los expertos predicen ahora la primera Guerra Mágica; una lucha de poder entre Mortífagos y la Orden del Fénix.

¿Serán capaces todos... de escoger el bando correcto?